XXXII edición del Rallye de Canarias cierra un año más sus puertas

Tres días de intensa emoción. Grandes campeones llegaron a la isla con coches preparados, incluso tres ferraris participaron en la competición. Diferentes copas, diferentes premios, pero una misma ilusión: Hacer rugir los motores en los pueblos canarios.

Año tras año el Rallye de Canarias Trofeo el Corte Inglés se consolida como una de las pruebas más espectáculares del mundial tanto nacional como europeo. Por ello, son cada vez más los pilotos que acuden a la isla para conseguir subirse al podium en el Parque Santa Catalina en Las Palmas de Gran Canaria.

El jueves día 17 de abril, este mismo parque se convirtió en el centro neurálgico del gran premio. Cerca de 100 participantes preparaban todos los detalles para que sus coches estuviesen preparados para el primer día de carrera. Ya el viernes muchos fueron los que abandonaron, los Ferraris que tanto prometían no consiguieron acabar la primera etapa. Tras el primer día muchos coches llegaron por la noche al reagrupamiento con pocas esperanzas de continuar al día siguiente. Pero, eso sí, con las mismas ganas de ganar o por lo menos acabar el Rallye. Ese es el caso del coche 222, el cual era copilotado por Jose Antonio Vega, mi hermano. Muchos problemas se encontraron desde los comienzos del premio, pero con esfuerzo consiguieron terminar todos los tramos. El próximo seguro que consiguen subirse al podium eso seguro.

Un año más después de días de desenfreno el Rallye de Canarias cierra sus puertas. Los motores se apagan, se desmontan las asistencias, los pilotos hacen balance, etc. Ahora los pilotos se marchan para competir en otros Rallyes insulares, nacionales y porque no internacionales. Quedan 364 días para volver a vivir la XXXIII edición de este gran espectáculo.

M. Vérez